En esta serie de artículos aprenderás qué necesitas para estar tranquilo/a al tener una conversación en otro idioma con un extranjero.

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Para saber qué hacer cuando estamos cerca de algún nativo, hay que tener claro es que existen diferentes tipos de comunicaciones con extranjeros.

A lo largo de estos artículos, cuando diga "extranjeros" en realidad me refiero a cualquier persona con la que sientes que podrías practicar el idioma que estás aprendiendo o alguno otro que ya hayas adquirido.

No necesariamente tiene que vivir en otro país y, por lo tanto, puede que hable tu lengua materna.

Hay, entonces, varios tipos de "encuentros" con extranjeros.

  1. Estás en una fiesta / viaje / en la calle / en el banco y de repente escuchas hablar a las personas que están cerca de ti y OMG, hablan el idioma que tú estás aprendiendo y consideras que es tu oportunidad para practicar con ellos.
  2. Te metiste a una página como polyglotclub.com y te quedaste de reunir por Skype con un extranjero al que no conoces y quien también está interesado en el español que tú le puedas enseñar.
  3. Conoces a una persona (quizá el nuevo novio de tu prima) que domina el idioma que tú quieres perfeccionar. A él no le interesa que tú le ayudes a practicar español, y probablemente te lo sigas encontrando en distintas ocasiones.
  4. El encargado de una tienda, un maestro en la misma universidad que tú, un colega relativamente distante con el que sabes que podrías practicar pero con el que no te animas a sacar el tema, probablemente ni sabe que hablas su lengua.
  5. Una mezcla de los anteriores, ya sean individuos o grupos.

Si bien para acercarse a cada uno de estos tipos de extranjeros se necesitan tácticas ligeramente distintas, en el fondo lo que tienen en común (para la mayoría de las personas) todos estos escenarios es que generan toda una gama de miedos y bloqueos mentales.

Tipos de bloqueos al hablar con extranjeros

Para muchos, la sola idea de acercarse a un extranjero genera un sentimiento desagradable en la boca del estómago.

Para otros, comenzar a interactuar no es el problema, sino ser capaz de emitir algún sonido en el otro idioma (es de lo más común olvidar el idioma en una situación así, se pone la mente en blanco).

En algunos casos, la dificultad no consiste en empezar a hablar ni en recordar la lengua, sino en una preocupación extrema por hablar y pronunciar de manera perfecta y comprender absolutamente todo lo que el extranjero responda o diga.

En otros, el bloqueo radica no en hablar o comprenderlo todo, sino en el contenido de las interacciones, en los significados que se transmiten y en aquello que la otra persona puede estar pensando de nosotros.

Desde mi punto de vista, todos los miedos y bloqueos mentales cuando se trata de hablar un idioma con extranjeros tienen su raíz en eso último: el temor a la opinión que tendrán las demás personas sobre nosotros (y lo que eso implica).

Es decir, los miedos "lingüísticos", por llamarlos de alguna forma, son miedos "humanos", que tienen que ver con aquello que le importa a nuestra parte más elemental: sentirnos incluidos en vez de excluidos, aceptados en vez de rechazados, apreciados en vez de devaluados.

De ahí que no sea un miedo tan fácil de superar para la mayoría de las personas: pertenecer es algo muy importante.

Por eso consejos como "¡Solo lánzate!" no suelen funcionar. Porque no están atendiendo el verdadero problema de fondo.

Yo he pensado mucho en torno a esto, pues desde que tengo memoria he sido una persona bastante miedosa.

Además, soy introvertida, por lo que ciertos tipos de interacciones sociales no me salen de forma natural.

Pero gracias a que soy así, he desarrollado ciertos "apoyos" que me han hecho darle la vuelta a mis preferencias innatas y que me han permitido hacer cosas que me dan miedo, incluso mucho.

Esto me hace sentir muy orgullosa de mí misma, pues todo lo que he aprendido sobre cómo lidiar con el miedo es algo que puedo enseñarle a la gente que no es arrojada por naturaleza y que está frustrada consigo misma por ello.

No hay necesidad de vivir frustrados, enojados y atemorizados.

Es posible hacer cosas que dan miedo---como hablar con extranjeros---sin sufrir demasiado y, sobre todo, sin hacer cosas aparentemente lógicas pero totalmente contraproducentes.

Mucha gente cree que el miedo es un enemigo al que se debe destruir, pero en la práctica, verlo así resulta muy perjudicial.

En resumen,

el miedo a hablar con extranjeros vive en un lugar muy profundo de nuestras psiques, y tiene sentido que nos pase. Es humano bloquearse.

Pero eso no significa que sea nuestro destino por siempre, es posible (y relativamente fácil) cambiar nuestra relación con el miedo y con la imagen que tenemos de los extranjeros.

En la siguiente entrada de esta serie te explicaré qué es exactamente lo que hay que hacer para disminuir el miedo a hablar con extranjeros.

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¿Tienes alguna pregunta o comentario? Te leo.